lunes, 27 de diciembre de 2010

Misterios del hombre

¿MISTERIOS DE LA VIDA?

La ciencia mundana (de los hombres) no puede aprobar ni reprobar los conceptos de la ciencia espiritual, por dos nociones muy importantes, la ciencia mundana es inexacta, en cambio la ciencia mental (espiritual) es exacta, porque es producto cósmico.

La ciencia mundana no es exacta, porque busca aprobar y formular verdades en el universo de lo material, y lo material posee transformaciones constantemente, por sus leyes evoluciónales.

En cambio la ciencia mental o espiritual es exacta porque es eterna, lo que la mente determina sucede, y sucede para siempre, he aquí los conceptos “lo que siembras cosechara”, “Pedid y se os dará”, el que busca encuentra”, “el que pide recibe”. La mente es parte del cosmos, un pequeño universo que genera energías que pueden circular por el espacio receptando ondas eléctricas similares, pues atrae lo que genera, por esta razón los profetas versan los dichos de Jesús “ama a tu prójimo como a ti mismo”, “as el bien porque eso recibirás”

Ahora bien, ¿esto quien lo comprobó’, ¿la ciencia mundana? ¡No!, lo comprueba a cada instante la mente. La Mente es un producto del cerebro, un cuerpo material compuesto por dos hemisferios, que recepta y dicta conocimientos al ser, cuyo almacenamiento es depositado en la memoria.

El cerebro recibe dos valores de conocimientos, los de formación civil para participar coherentemente en la sociedad y los de formación espiritual para lograr la verdadera paz que nos da la felicidad eterna.

Esto nos asegura que poseemos dos cuerpos, el cuerpo espiritual y el cuerpo material, el cuerpo espiritual es tal cual lo formulo nuestro Señor Jesucristo, diciéndonos que el hombre es a imagen y semejanza de Dios, esta imagen y semejanza, evidentemente es el cuerpo espiritual del hombre, y está conformado por tres entidades que la Iglesia católica llama “personas”, y con justa razón, pues son personales “la mente, la memoria y la inteligencia”. Este conocimiento es inobjetable porque pertenece a la ciencia espiritual, y es eterna por ser del “yo soy el que soy”.

Estas tres entidades espirituales que posee el hombre, manifiestan la existencia de la Ley de la trinidad, y revelan el carácter absoluto de la verdad. Un ejemplo mundano que revela la verdad lo prueba el “El Sol, la Luna y la Tierra” cuya verdad es la vida, otro ejemplo de verdad es la venida de Jesús, pues él dijo “yo soy la verdad, yo soy la luz, por mi llegaran al Padre”, pues sus palabras fueron veraz, el vino en la tercera generación después de Adán y Noé. Como esto hay numerosos ejemplos triarios que manifiestan verdades en los escritos sagrados, y son inobjetables, como la resurrección a los tres días, y a las tres de la tarde con 33 años de vida.

La mente es un cuerpo espiritual que lo sabe todo, porque pertenece a Dios, a la energía cósmica, muchos profetas aseguraron que “el día que se abra la escuela del alma, el mundo será resurrección de la eternidad”. La vida es una escuela consagrada para el crecimiento espiritual, su nivel de sabiduría ameritara la paz y la felicidad del hombre.

La ciencia mundana no puede afirmar sistemáticamente y formular que un hombre con una enfermedad terminal pueda lograr sanidad sin consumir medicina.

Tampoco la ciencia mundana puede afirmar sistemáticamente y formular que un hombre abrazando con amor una planta pueda recibir su fruto.

Del libro “Los misterios de la vida” de Héctor Domingo Páez


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